agosto 04, 2006

Deseos Escondidos


Volar…
Sentir el vació que te cobija y el viento golpeando la cara
Ese suave arrullo sostenido en los brazos del aire, ese encontrarse en la nada rodeado de todo…sin que nada nos amarre a nosotros mismos.

Pasaba el tiempo tan lentamente en la cabeza de aquel hombre,
Nunca se había sentido tan libre…tan autentico, podía incluso decir que por un instante era feliz.

Ya pasaba los 40 años y tenia la mirada cansada; era según los demás un buen hombre y un buen amigo, una persona de la cual no se puede decir nada malo, en lo humanamente posible cordial con las persona que venían a su oficina…como odiaba esos papeles, esas pilas de hojas y hojas por revisar…pero era su trabajo, y debajo de uno de esos bloques de papel… o tal vez en un escritorio olvidado en el rincón, sus sueños de algo mas grande…de algo especial que deseaba desde niño…su deseo de volar…

Había pasado más de una semana desde su encuentro con aquel extraño de mirada comprensiva y una sonrisa insistente pero cerrada.
¿Como podía entender el haberle contado tantas cosas?, parecía que le sacaba los pensamientos de igual forma como se saca agua de un estanque.
-¿Alguna vez deseaste volar? , preguntó el extraño
– Si, una que otra vez… (Contestó calladamente ahogando un pequeño suspiro)
Es mejor ser sincero con lo que deseamos…porque tarde o temprano se cumplirá nuestro sueño mas profundo de una u otra manera… dijo el extraño con un brillo en la mirada. Y así paso la noche entera hablando con su nuevo amigo, entre risas y botellas, hablando sobre la maravilla que seria poder volar…hasta que el alba encontró su emborrachado cuerpo durmiendo en la mesa de un bar.

Desde aquella noche, tenía clavadas en la mente las palabras de aquel extraño, ya ni se acordaba su nombre…si es que en algún momento se lo dijo, pero la vida debe continuar y el trabajo no espera…de nuevo el tan conocido traje plomo y la corbata guinda, ejercitar una sonrisa trabajada guardada junto con su maletín negro.

La gente aceleraba el paso, ya era hora de volver al trabajo de oficina y todos debían estar puntuales, un tumulto de personas se formaba atraídas por un cuerpo tendido en el piso…el traje plomo manchado de sangre y un maletín negro abierto con muchas hojas flotando en el aire
¡Pobre hombre!... Se escucha decir, se debe estar muy desesperado para saltar de un edificio.
Mientras en la distancia una mujer miraba con asombro aquella escena…
¡Que triste! Dice su acompañante con mirada algo fría, al tiempo que tomaba su mano…-Pero dime: ¿Alguna vez deseaste volar?...

5 comentarios:

LA BRUJA SIN TUERCAS dijo...

Una extraña forma de cumplir con los sueños que tenemos no?? A veces la realidad de la vida nos obliga a cosas inimaginables para ver cumplidos nuestros sueños...
Bien amigo, tus letras siguen siendo las mejores

Principito dijo...

Más creible y deseable de lo que parece, sería malo realmente intentar inducir las ganas de volar en alguien??, digo no empujarlo por la cornisa solo preguntarle si alguna vez quiso volar. Mua jajajaja

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, es el ejemplo de un crimen perfecto, creo, ya sabemos que nada es perfecto, pero nunca perdemos las ganas de lograr algo así..., así de perfecto.

Othello dijo...

cada quien cumple sus sueños en algun momento y por muy dura que sean las caidas lo importante es cumplir con ellos.
Importa a caso el como los logramos??? queda en ese mar de dudas sempbrada la pregunta cada quien sabe como contestar eso

Charli dijo...

Sueños y metas cumplida podemos llamar a las que siendo nuestras les sabemos dar un final propio e indicado.

Que nadie ponga tus sueños y metas, con palabras convincentes, como un velo que no deja que veas tu propio camino.

Siempre hay una opcion mas.